VIETNAM su GENTE
Si algo se fija en la memoria al paso por este país, es su gente. La amabilidad, sin apenas asomo de condiciones, es una seña de identidad de los vietnamitas. Esta cultura del Asia Oriental, de inspiración China y Francesa, recibe al extranjero con honores de jefe de estado, con respeto y educación.
El país del arroz, la salsa de soja y el pescado, te alimenta en la calle, a cualquier hora, en cualquier lugar y al mejor precio, siempre con una sonrisa imborrable y dispuestos a ser tú compañía en la foto que andas buscando; eso si regatea todo lo que puedas, aquí es un arte bien considerado.
Mas allá de estereotipos culturales, de cualquiera de sus tres religiones, de sus horarios incomprensibles, de su tráfico urbano, su cableado callejero como de cuerda de patio, su edad, su cerveza caliente, sus niños de la calle, sus mercados improvisados o sus sopas bajo 40 grados, el pueblo vietnamita es sencillo.
Buda recibe ofrendas de luces, dinero, bebidas, tabaco y ajos, con humo de incienso y el visitante, tanto más si lo desea.
Gran país, lleno de contrastes y emociones que sigues saboreando a la vuelta a casa.
